viernes, 27 de febrero de 2009

EL TREN DE LA VIDA

Alberto Pancorbo

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros. Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres. se suben también otras personas que nos serán muy especiales. Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros maravillosos amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje, y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite. Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento. Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos... pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento. No importa; el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos. Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda. El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso. Amigos, hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

domingo, 22 de febrero de 2009

LA GENTE QUE ME GUSTA

Rob Gonsalves

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite, huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de si, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.A éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni como lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón. La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la Fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, la humildad, el arrepentimiento, y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE. Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mi me doy por bien retribuido.

GRACIAS POR SER DE ESA GENTE

Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber revivir.

La gloria no consiste en no caer nunca, si no mas bien en levantarse todas las veces que sea necesario. Y ESO ES ALGO QUE MUY POCA GENTE TIENE EL PRIVILEGIO DE PODER EXPERIMENTAR.
Bien aventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o el perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota...

Mario Benedetti

viernes, 6 de febrero de 2009

NO DESISTAS

Maximillian Pfalzgraf

Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir;
cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir;
cuando tengas poco haber, pero mucho que pagar
y precise sonreír aún teniendo que llorar;
cuando ya el dolor agobie y no puedas ya sufrir descansar acaso debes;
pero nunca desistir.
Tras las sombras de la duda ya planteadas ya sombrías
puede bien surgir el triunfo;
no el fracaso que temías.
Y no es dable a tu ignorancia figurarse
cuan cercano puede estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano.
Lucha pues, por más que en la brega tengas que sufrir...
Cuando todo este peor, más debemos insistir.

Rudyard Kipling

VUELO DEL ALMA

Simon Bull
Cuando el camino se hace cuesta arriba,
NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal -como a veces sucede-
NO ABANDONES.
Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas,
NO TE RINDAS.
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar

NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir
NO RENUNCIES.
Cuando no encuentres compañeros de lucha,

NO TE APURES.

¡Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y Siente en cada minuto de tu vida,
deja que tu alma "vuele libre"

por los jardines hermosos de la confianza

en algo superior que llega donde nuestra
visión no puede alcanzar,
pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre
para darte fuerza y estímulo!
¡INTENTA!

Cierra los ojos por algunos minutos

y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo,

ni quitar todo el dolor de la tierra,

ni tener ya resueltos todos nuestros problemas,

pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.
Si pensamos que todo es pasajero,
miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección,
y luego observaremos con felicidad
el cambio del mal en bien,
de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír
fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy también son
las alegrías de mañana.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente... no te quedes en el medio del camino porque allá, adelante... algo te espera!!

jueves, 5 de febrero de 2009

EL FANTASMA

Alberto Pancorbo

Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él. El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos. Ya al borde de un colapso nervioso, decidió pedir auxilio de un célebre maestro zen que practicaba en la misma provincia. Fue a ver al maestro que le recibió amistosamente. Tras haberle explicado el dilema, el joven añadió: " Ese fantasma lo sabe todo, absolutamente todo acerca de mí, ¡ incluso conoce mis pensamientos ! No puedo sustraerme a su dominio ". El maestro pensó que la solución no estaba fuera del alcance del chico y le sugirió que hiciera un trato con el fantasma. " Esta noche, antes de acostarte -le dijo- coge un puñado de lentejas al azar y no las sueltes. Luego acuéstate y espera. Cuando el espectro se presente proponle un trato. Dile que si adivina cuántas lentejas tienes en la mano será para siempre tu dueño y que si no lo adivina deberá desaparecer para siempre. Vamos a ver que pasa ". El chico procedió del modo que le aconsejo el maestro. Poco después de acostarse el fantasma apareció y le dijo: " Sé que intentas librarte de mí. También sé que te has ido a ver aquel bobo del monje zen para que te ayude a echarme, pero tus esfuerzos no te servirán para nada "." Bueno -respondió el joven- ya sabía que me habrías descubierto, así como supongo que indudablemente sabrás cuantas lentejas tengo en el puño ". El fantasma desapareció para no volver nunca jamás. Lo que no sabía el chico no lo podía saber su fantasma

E. Boillat de Corgemont Sartorio

miércoles, 4 de febrero de 2009

TE DESEO

Irina
Te deseo
Para los que conozco hace años
Y para los que conozco hace minutos
Y para los que quiero desde siempre
Y para los que quiero desde ahora.
Te deseo primero que ames,
Y que amando, también seas amado.
Y que de no ser así, seas breve en olvidar,
Y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así,
pero que si es, sepas ser feliz.
Te deseo también que tengas amigos,
y que sean valientes, fieles, sinceros
y hasta algunas veces inconscientes.
Pero que por lo menos haya uno
en quien puedas confiar sin dudar.
Y porque así es la vida,
deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que algunas veces, te cuestiones tus certezas.
Y entre ellos, haya uno por lo menos que sea justo,
para que te haga poner los pies en la tierra.
Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada.
Esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante;
No con los que se equivocan poco,
sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor,
y es necesario que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena,
para valorar nuestras bendiciones y dar gracias por ello.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Pero siempre tendrás la oportunidad
de llevar una palabra de consuelo.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico.
Y que por lo menos una vez al año, pongas algo de
ese dinero frente a ti y digas: "esto es mío",
sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.
Te deseo que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno puedas llorar sin lamentarte y
sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin,
siendo hombre que tengas una buena mujer,
y que siendo mujer tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recompensar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo nada más que desearte.

Víctor Hugo

EL PROBLEMA

Alberto Pancorbo

Cuenta la leyenda que en un monasterio budista ubicado en una ladera casi inaccesible de las frías y escarpadas montañas de los Himalayas, un buen día uno de los monjes guardianes amaneció sin vida.. Le hicieron los rituales tibetanos propios para esas ocasiones, llenas de profundo respeto y misticismo. Sin embargo, era preciso que algún otro monje asumiera las funciones del puesto vacante del guardián. Debía encontrarse el monje adecuado para llevarlas a cabo. El Gran Maestro convocó a todos los discípulos del monasterio para determinar quien ocuparía el honroso puesto de Guardián. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, colocó una magnífica mesita en el centro de la enorme sala en la que estaban reunidos y encima de ésta, colocó un exquisito jarrón de porcelana, y en él, una rosa amarilla de extraordinaria belleza y dijo: “He aquí el problema.” “Asumirá el puesto de Honorable Guardián de nuestro monasterio el primer monje que lo resuelva.” Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarrón de gran valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. Los monjes se quedaron como petrificados, en el más respetuoso silencio, hundidos en sus interrogantes internas… ¿Qué representaría ese bello jarrón con flores? ¿Qué hacer con él? ¿Cuál podría ser el enigma encerrado en tan delicada belleza? ¿Simbolizaría acaso las tentaciones del mundo? ¿Podría ser algo tan simple como que necesitara agua la flor? Eran tantas preguntas….. En momento determinado, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y … Zaz!! destruyó todo de un sólo golpe. Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo: “Alguien se ha atrevido no sólo a dar solución al problema, sino a eliminarlo. Honremos a nuestro nuevo Guardián del Monasterio”.

En realidad, poco importa cuál sea el problema. Hay problemas cuyo aspecto nos confunde, pues halaga los sentidos. En el fondo sigue siendo un problema. Si es un problema, es exactamente eso: un problema, y precisa ser eliminado, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se esfumó; por más hermoso que haya sido la experiencia que has vivido o lo significaiva que haya sido la persona con quien has estado, si no existiera más sentido para ello en tu vida, tiene que ser eliminado. Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en su pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus mentes,espacio que es indispensable para recrear la vida.

Un antiguo proverbio Chino dice: “Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de té, es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino.” Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no tienen más sentido que sigan ocupando un espacio en tu mente. Exígete a ti mismo lo que te gustaría exigirles a los demás, y a los demás déjalos tranquilos sin esperar NADA de ellos. Así te ahorrarás disgustos. No te quejes con tu Dios diciéndole que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios.

REGALOS PARA EL MAHARAJÁ

Loly Criado Plaza
Una vez un maharajá, que tenía fama de ser muy sabio, cumplía 100 años. El acontecimiento fue recibido con gran alegría, ya que todos querían mucho al gobernante. En el palacio se organizó una gran fiesta para esa noche y se invitaron a poderosos señores del reino y de otros países. El día llegó y una montaña de regalos se amontonó en la entrada del salón, donde el maharajá iba a saludar a sus invitados. Durante la cena, el maharajá pidió a sus sirvientes que separaran los regalos en dos grupos: los que tenían remitente y los que no se sabía quién los había enviado. A los postres, el rey mandó traer todos los regalos en sus dos montañas. Una de cientos de grandes y costosos regalos y otra más pequeña, de una decena de presentes. El maharajá comenzó a tomar regalo por regalo de la primera montaña y fue llamando a los que habían enviado los regalos. A cada uno lo hacía subir al trono y le decía: -Te agradezco tu regalo, te lo devuelvo y estamos como antes –y le devolvía el regalo, no importaba cuál fuera. Cuando terminó con esa pila, se acercó a la otra montaña de regalos y dijo: -Estos regalos no tienen remitente. A estos sí los voy a aceptar, porque estos no me obligan y a mi edad, no es bueno contraer deudas.

lunes, 2 de febrero de 2009

Rob Gonsalves

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
Khalil Gibran

APRENDO DE MANERA CONSTANTE

Loly Criado Plaza

Aprendí que la mejor manera de apreciar algo es carecer de ello por un tiempo.
Aprendí que nada de valor se obtiene sin esfuerzo.
Aprendí que si tu vida está libre de fracasos es porque no te estás arriesgando lo suficiente.

Aprendí que cada cosa que logré, la había considerado antes como un imposible.
Aprendí que proyectar te proyecta.
Aprendí que la honestidad es la mejor propaganda.

Aprendí que debo ganar el dinero antes de gastarlo.
Aprendí que no debo discutir mi éxito con personas con menos éxito que yo.

Aprendí que la fama está escrita en el hielo y el sol derrite el hielo.

Aprendí que a menudo me olvido de lo que aprendo, por tanto, debo escribirlo y repasarlo.

Aprendí a no dejar de mirar hacia el futuro.

Aprendí a valorarme sin sobrestimarme.

Aprendí que debo darme ánimo y pensar que:

Todavía hay muchos buenos libros que leer, puestas de sol que ver, estrellas que admirar. amigos que visitar...
Helados de dulce de leche con nueces por saborear, manos firmes que estrechar, sonrisas que regalar, pensamientos que expresar...

Árboles que plantar y un perro fiel...

Que el invierno es para mi una amenaza, pero luego de él, todo recupera su encanto.
Aprendí ... que todavía tengo mucho que aprender.

LA ALEGORIA DEL CARRUAJE

Jim Warren

Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice: -Salí a la calle que hay un regalo para vos.
Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy "chic". Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo... todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.
Entonces miro por la ventana y veo "el paisaje": de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: "¡Qué bárbaro este regalo! "¡Qué bien, qué lindo...!" Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.
Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.
Me pregunto: "¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?" Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.
De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome: -¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?
Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.
-Le faltan los caballos - me dice antes de que llegue a preguntarle.
Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido.
-Cierto - digo yo.
Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito:
-¡¡Eaaaaa!!
El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.
Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.
Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.
Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada; los caballos me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.
Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.
En ese momento veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto: -¡Qué me hizo!
Me grita:-¡Te falta el cochero!
-¡Ah! - digo yo.
Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.
Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero a dónde ir.
Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.
Yo... Yo disfruto el viaje.
"Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo.
A poco de nacer nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje no serviría para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.
Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.
El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos.
No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque... ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente tampoco podés descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje..."

Jorge Bucay

domingo, 1 de febrero de 2009

SENTIMIENTOS

Mati Klarwein

NOSTALGIA
es cuando el momento trata de huir del recuerdo para suceder de nuevo y no lo consigue.
RECUERDO
es cuando, sin autorización, tu pensamiento te muestra un capítulo.
ANGUSTIA
es un nudo muy bien apretado en el medio de la tranquilidad.
PREOCUPACIÓN
es como un pegamento que no deja salir de tu pensamiento lo que todavía no sucedió.
INDECISIÓN
es cuando vos sabés muy bien lo que quieres, pero te parece que deberías optar por otra cosa.
SEGURIDAD
es cuando la idea se cansa de buscar y para.
INTUICIÓN
es cuando tu corazón da un saltito en el futuro y vuelve rápido.
PRESENTIMIENTO
es cuando pasa por tu mente el “trailer” de una película que puede ser que ni suceda.
VERGÜENZA
es un paño negro que tú quieres para cubrirte en aquella hora.
ANSIEDAD
es cuando los minutos parecen interminables para conseguir lo que se quiere.
INTERÉS
es un signo de exclamación o de interrogación en el final del sentimiento.
SENTIMIENTO
es la lengua que el corazón usa cuando necesita mandar algún mensaje.
RABIA
es cuando el león que vive en ti, muestra los dientes.
TRISTEZA
es una mano gigante que aprieta el corazón.
FELICIDAD
es un momento que no tiene prisa ninguna.
AMISTAD
es compartir la vida con los amigos por mas diferentes que ellos sean.
CULPA
es cuando tú estás convencido que podías haber hecho algo diferente, pero ni siquiera lo intentaste.
LUCIDEZ
es un acceso de locura al contrario.
RAZÓN
es cuando el cuidado aprovecha que la emoción está durmiendo y agarra el comando.
VOLUNTAD
es un deseo que nos incentiva a hacer nuevos descubrimientos.
PASIÓN
es cuando, a pesar de la palabra “peligro”, el deseo llega y entra.
AMOR
es cuando la pasión no tiene otro compromiso marcado.

DISFRUTA TODOS LOS MOMENTOS POR PEQUEÑOS QUE ESTOS SEAN, ALGUNA HUELLA DEJARAN EN TI.