martes, 17 de agosto de 2010

EL PICHÓN DE ÁGUILA

Jim Warren

Había una vez un campesino que fue al bosque vecino a atrapar un pájaro para tenerlo cautivo en su casa. Consiguió cazar un pichón de águila. Lo colocó en el gallinero, junto con las gallinas. Comía mijo y la ración propia de las gallinas, aunque el águila fuera el rey o la reina de todos los pájaros. Después de cinco años, este hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Mientras paseaban por el jardín, dijo el naturalista:
-Este pájaro que está allí no es una gallina. Es un águila. -De hecho -dijo el campesino- es águila, pero yo lo crié como gallina. Ya no es un águila. Se transformó en gallina como las otras, a pesar de tener las alas de casi tres metros de extensión.
-No –dijo el naturalista - ella es y será siempre un águila pues tiene un corazón de águila. Este corazón la hará un día volar a las alturas.
-No, no –insistió el campesino-. Ella se convirtió en gallina y jamás volará como águila.
Entonces, decidieron hacer una prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó bien en alto y, desafiándola, le dijo:
-Ya que usted es de hecho un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, entonces, ¡abra sus alas y vuele!
El águila se posó sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente alrededor, vio a las gallinas allá abajo, picoteando granos y saltó junto a ellas.
El campesino comentó:
-Yo le dije, ¡ella se convirtió en una simple gallina!
-No –insistió el naturalista-. Ella es un águila. Y un águila será siempre un águila, experimentaremos nuevamente mañana.
Al día siguiente, el naturalista subió con el águila al techo de la casa. Le susurró:
-Águila, ya que usted es un águila, ¡abra sus alas y vuele!
Pero, cuando el águila vio allá abajo a las gallinas, picoteando el suelo, saltó y fue junto a ellas. El campesino sonrió y volvió a la carga:
-Yo le había dicho, ¡ella se convirtió en gallina!
-No –respondió firmemente el naturalista. Ella es águila, poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar todavía una última vez, mañana la haré volar.
Al día siguiente, el naturalista y el campesino se levantaron bien temprano. Tomaron el águila y la llevaron fuera de la ciudad, lejos de las casas de los hombres, en lo alto de una montaña. El sol naciente doraba los picos de las montañas. El naturalista levantó el águila al cielo y le ordenó:
-Águila, ya que usted es un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, ¡abra sus alas y vuele!
El águila miró alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no voló. Entonces, el naturalista la tomó firmemente, en dirección del sol, para que sus ojos pudiesen llenarse de la claridad solar y de la vastedad del horizonte. En ese momento, ella abrió sus potentes alas, graznó con el típico kau, kau de las águilas y se levantó, soberana, sobre sí misma.
Y comenzó a volar, a volar hacia lo alto, a volar cada vez más alto. Voló… Voló hasta confundirse con el azul del firmamento.

LEYES DE ESPIRITUALIDAD INDIAS

Alberto Pancorbo

La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta".

Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".

Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última:
"Cuando algo termina, termina".

Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

¿POR QUÉ LA GENTE GRITA?

David Schluss

Un día Meher Baba preguntó a sus mandalies lo siguiente:- ¿Por que la gente se grita cuando están enojados?:
Los hombres pensaron unos momentos:
Porque perdemos la calma - dijo uno - por eso gritamos.-
Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? - preguntó Baba - No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía a Baba.
Finalmente él explicó:
Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego Baba preguntó:- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?
Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente,¿por qué? Sus corazones están muy cerca.
La distancia entre ellos es muy pequeña.
Baba continuó - Cuando se enamoran más aún, qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aun más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.
Luego Baba dijo:-
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

ESPERANZA

Dalí


En la vida existen esos momentos, cuando extrañas mucho a una persona, que quisieras sacarla de tus sueños y abrazarla muy fuerte!
Cuando se cierra una puerta hacia la felicidad , otra se vuelve a abrir, pero nosotros seguimos mirando hacia la puerta cerrada y no le damos importacia a esa que hemos abierto nosotros.
No te guies por la parte externa, puede engañar.
No te intereses por la riqueza, se desvanecerá
Busca alguien que te contagie la sonrisa, porque basta solo una, para que el día más triste se vuelva mejor.
Busca a alguien que haga reir a tu corazón.
Sueña eso que quieres soñar,
Ve allí donde quieres ir.
Busca ser eso que quieres ser.
Por que la vida es una sola y existe solo una posibilidad de hacer las cosas que quieres hacer.
Te deseo mucha felicidad en tu vida, para sentirte bien.
Tantas pruebas, para que te vuelvas fuerte.
Lágrimas para volverte humano.
Esperanza para poder ser feliz.
Los afortunados no necesariamente tienen lo mejor de lo mejor, solo buscan lo mejor de aquello
que encuentran en su camino.
El más espléndido futuro va a depender siempre de la necesidad de olvidar el pasado.
No puedes seguir adelante en la vida hasta que no superes los errores del pasado y todo lo que lastime tu corazón.
Cuando eres pequeño lloras y todo a tu alrededor sonríe.
Vive la vida hasta el final de las cosas de manera que siempre sonrías aunque otros lloren.

LA CARAVANA DE LA LIBERTAD

Rob Gonsalves

Una larga caravana de camellos avanzaba por el desierto hasta que llegó a un oasis y los hombres decidieron pasar allí la noche. Conductores y camellos estaban cansados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste. Todos los camellos estaban debidamente estacados excepto uno. Nadie quería pasar la noche en vela vigilando al animal pero, a la vez, tampoco querían perder el camello.
Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una buena idea. Fue hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.
A la mañana siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje. Había uno, sin embargo, que no quería ponerse en pie. Los conductores tiraron de el, , pero el animal no quería moverse. Finalmente, uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal. Inmediatamente después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que estaba libre.
Aunque el camello había estado libre todo el tiempo, se dejó convencer de que estaba atado. Lo mismo ocurre con la mente humana; también es potencialmente libre, pero mucha gente se deja convencer de que está atada por sus problemas mentales y las aparentemente opresivas responsabilidades. Tú eres realmente libre, igual que el camello sin atar, a pesar de que los condicionamientos y los prejuicios te hacen creer que estás firmemente sujeto. Te comparas con los demás, al igual que lo hacía el camello y automáticamente crees que estás limitado. Debes entender que eres realmente libre. Todo lo que tienes que hacer es desatarte, dejar ir los problemas mentales, el poste imaginario de tu cautiverio. Todo lo que debes hacer es cambiar de actitud.

miércoles, 4 de agosto de 2010

EL ALACRÁN

Alberto Pancorbo


Un maestro oriental vio cómo un alacrán se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: “Perdone maestro, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua el alacrán lo picará?”. El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar y servir”. Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, sólo toma precauciones.
Algunos buscan la felicidad, otros la rechazan. No olvides esto.
No permitas jamás que la conducta de otras personas condicionen la tuya. Sencillo, ¿no crees?
Rob Gonsalves

“Cuando la vida te presente mil razones para llorar, muéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír”. Recuerda: que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te he agarrado demasiado fuerte para que no caigas.