viernes, 26 de septiembre de 2008

Loly Criado Plaza

Si un día tienes que elegir entre
el mundo y el amor,
Recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor,
pero si eliges el amor, conquistarás el mundo.

Albert Einstein

EL CUENTO DE LA CEBOLLA

Rob Gonsalves

En un país oriental, donde ocurren tantas cosas bellas y se sueña despierto, había un huerto que hacía las delicias de vecinos y extraños.
Las cebollas son hortalizas muy apreciadas por el hombre a causa de las múltiples aplicaciones que tienen para hacer más agradable la vida. Ellas, sencillas y humildes, guardan el secreto en su corazón.
Las cebollas, acompañadas de otras hortalizas frondosas y frescas, crecían en el huerto donde los árboles frutales, con sus frutos limpios y coloreados abrían el apetito al más austero penitente. Las plantas que crecían espontáneamente tapizaban el huerto, al tiempo que conservaban su frescor. Los pájaros con sus trinos ponían la nota-clave para completar la armonía del huerto.
Inesperadamente empezaron a nacer cebollas especiales, cada una de un color, de un brillo y de unas irradiaciones propias.
Ante tan extraño cambio de las cebollas, los investigadores se interesaron por descubrir el secreto; y sus constantes trabajos dieron con él. Cada cebolla tenía en su corazón una piedra preciosa, causa de sus vistosos y radiantes colores.
No se aceptó esta coquetería de las cebollas. Se especuló con la inadecuación, la presunción, la vergüenza de salirse del común de las cebollas y hasta con diversos peligros.

Las espléndidas cebollas tuvieron que renunciar a su vistosa ornamentación.
Pasó por allí un sabio, sería un ecologista, que entendía muy bien el lenguaje de las cebollas y dialogó con ellas. A todas les hacía la misma pregunta.
- ¿Por qué ocultas bajo tantas capas lo más bello de tu ser?
- Me han obligado a este rigor. Empecé a echar una capa, no parecía suficiente, eché la segunda, todavía no estaba segura, eché la tercera, me
pareció eficaz el procedimiento y así fui superponiendo capas.
Algunas cebollas, las más tímidas, llegaron a cubrir su corazón hasta con diez capas. Casi habían perdido la memoria de su aspecto primitivo.
El ecologista se echó a llorar. La gente pensó que llorar ante una cebolla a quien descubrimos el corazón es de una sensibilidad laudable.
Así continuaremos los hombres, dejando caer las perlas de nuestros ojos ante las cebollas, cuando separemos sus protectoras capas.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Soledad I -Albeto Pancorbo-

Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Khalil Gibran

SIGUE

Rob Gonsalves

Siempre ten presente, que la piel se arruga.
El pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia: Tu fuerza y convicción no tienen edad,
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas!!!

-Madre Teresa de Calcuta-

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Imán Maleki
No mires nunca de donde vienes, sino a donde vas.

Pierre Augustin De Beaumarchais

LA CIUDAD DE LOS POZOS

Loly Criado Plaza
Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta.
Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes ...pero pozos al fin.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.
Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas , pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.
Pasó el tiempo.
La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.
Los pozos no eran todos iguales así que , si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior...
Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.
No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.
Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera , pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad...
Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenia dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...
Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego , cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.
vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho...
Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua!!!.
Nunca antes otro pozo había encontrado agua...
El pozo supero la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.
La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.
Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto , en tréboles, en flores, y en tronquitos endebles que se volvieron árboles después...
La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel".
Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo... Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.
Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas...
En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío...
Y también empezó a profundizar...
Y también llegó al agua...
Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...
-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por ahora, cuánto más agua saco , más agua hay. Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento.
Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma...Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente , como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:
La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...

Cuentos Para Pensar -Jorge Bucay-

lunes, 22 de septiembre de 2008

Mayte

Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.

Charles Reade
Alberto Pancorbo

La libertad es algo maravilloso, pero no cuando hay que pagar por ella el precio de la soledad.

Bertrand Arthur William Russell

AMISTAD

Jim Warren

Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición...) La carretera era muy larga, colina arriba, el sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde manaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada. - Buenos días. - Buenos días - Respondió el guardián.- - Cómo se llama este lugar tan bonito? - Esto es el Cielo - Que bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos - Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente. - Pero mi caballo y mi perro también tienen sed... - Lo siento mucho - Dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales. El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo; dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puertecita vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía. - Buenos días - dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza. - Tenemos mucha sed, yo, mi caballo y mi perro. - Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre, indicando el lugar. - Podéis beber tanta agua como queráis. El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre. - Podéis volver siempre que queráis - Le respondió - A propósito ¨¿Cómo se llama este lugar? - Cielo.- - ¨El Cielo? ¨Sí? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!- - Aquello no era el Cielo, era el Infierno, contestó el guardián. El caminante quedó perplejo. ­Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ­Esta información falsa debe de provocar grandes confusiones! ­De ninguna manera! En realidad, nos hacen un gran favor, Porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

Paulo Coelho.

Albert Einstein

Diego Hernández Estopiñán

Hay una fuerza motriz mas poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica:
La voluntad.

Albert Einstein

LA TIENDA DE LA VERDAD

Deluged -Rob Gonsalves-

El hombre caminaba paseando por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y entonces se detenía algunos instantes en cada vidriera, en cada negocio, en cada plaza. Al dar vuelta una esquina se encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en blanco, intrigado se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate... en el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba: Tienda de la verdad

El hombre estaba sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía, pero no pudo imaginar qué vendían. Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:
- Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?
- Sí, señor, ¿qué tipo de verdad anda buscando: verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa?
Así que aquí vendían verdad. Nunca se había imaginado que esto era posible, llegar a un lugar y llevarse la verdad, era maravilloso.

- Verdad completa –contestó el hombre sin dudarlo. “Estoy tan cansado de mentiras y de falsificaciones”, pensó, “no quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños ni defraudaciones”.

- ¡Verdad plena! –ratificó.
- Bien, señor, sígame.

La señorita acompañó al cliente a otro sector y señalando a un vendedor de rostro adusto, le dijo:
- El señor lo va a atender.

El vendedor se acercó y esperó que el hombre hablara.
- Vengo a comprar la verdad completa.
- Ahá, perdón, ¿el señor sabe el precio?
- No, ¿cuál es? –contestó rutinariamente. En realidad, él sabía que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad.

- Si usted se la lleva –dijo el vendedor- el precio es que nunca más podrá estar en paz.

Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande.
- Gra... gracias, disculpe... –balbuceó.

Se dio vuelta y salió del negocio mirando el piso. Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo. “Quizás más adelante”, pensó.

Anthony De Mello

viernes, 19 de septiembre de 2008

Imán Maleki
Todo aquel que tiene una razón para vivir puede soportar cualquier forma de hacerlo.

Friedrich Nietszche

LA LECCION DE LA MARIPOSA

Alberto Pancorbo

Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó por varias horas como la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Al cabo de un tiempo, pareció que ella ya no lograba ningún progreso. Que había ido lo más lejos que podía en su intento y que no podría avanzar más.
Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y cortó el resto del capullo. Así, la Mariposa salió fácilmente.
Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas.
El hombre continuó observándola porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían, se agitarían y serían capaces de soportar el cuerpo, el que a su vez, iría tomando forma. ¡Nada ocurrió!
En realidad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Ella nunca fue capaz de volar.
Lo que el hombre, en su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era el modo por el cual Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de tal forma que ella estaría pronta para volar una vez que estuviera libre del capullo.
Algunas veces, el esfuerzo es justamente lo que precisamos en nuestra vida.
Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, seríamos lisiados.No tendríamos la fuerza que podríamos haber tenido, y nunca podríamos volar.


Pedí fuerzas... y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
Pedí sabiduría... y Dios me dio problemas para resolver.
Pedí prosperidad... y Dios me dio un cerebro y músculos para trabajar.
Pedí coraje... y Dios me dio obstáculos que superar.
Pedí amor... y Dios me dio personas para ayudar.
Pedí favores... y Dios me dio oportunidades.
"No recibí nada de lo que pedí... pero recibí todo lo que necesitaba".

jueves, 18 de septiembre de 2008

Loly Criado Plaza

Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.

Gottfried Wilhelm Leibniz
Eugenio Salvador Dalí
Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tu mismo.

Aldous Huxley

miércoles, 17 de septiembre de 2008

EL PRETENDIENTE

Loly Criado Plaza
Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura. Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía mas riqueza que amor y perseverancia. Cuando le llego el momento de hablar, dijo: "Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin mas alimentos que la lluvia y sin mas ropas que las que llevo puestas. Esa es mi dote..." La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: "Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, nos casaremos. Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos. Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la joven princesa, se levanto y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar. Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño lo alcanzó y le preguntó: "¿Qué fue lo que te ocurrió? ...Estabas a un paso de lograr la meta... ¿Por qué perdiste esa oportunidad?...¿Por qué te retiraste?..."
Con profunda consternación y algunas lágrimas mal disimuladas, contestó en voz baja: "Si ella no me ahorró un día de sufrimiento... Ni siquiera una hora, es porque no merecía mi amor".El merecimiento no siempre es egolatría, sino dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta él ultimo rincón, cuando perdemos la vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión. Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado. Esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. La cosa es clara: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy. Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpándose por no ser como les gustaría que fuera. No hay vuelta de hoja: en cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aun, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin "mala intención", puede que te merezca pero no te conviene. Retirarse a tiempo con la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros mismos no tiene precio!

EL RELOJ PARADO A LAS SIETE

Cold Comfort - Rob Gonsalves-

Hay en una de las paredes de mi cuarto un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas detenidas casi desde siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto. Casi todo el tiempo, el reloj es sólo un inútil adorno en una blanquecina y vacía pared. Sin embargo hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix.

Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares marcan las 7 y los cu-cu y los gong de las demás máquinas hacen sonar por 7 veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces por día, a la mañana y a la noche, el reloj se siente en absoluta armonía con el resto del universo.

Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero pasado ese instante, cuando los otros relojes han acallado su canto y las manecillas siguen sus monótonos caminos, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que alguna vez detuvo su andar.

Y yo amo ese reloj y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez me siento más parecido a él- También yo estoy parado en un tiempo, también yo me siento clavado e inmóvil, también yo soy de alguna manera un adorno inútil en una pared vacía. Pero tengo también fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora.

Durante esos tiempos, yo siento que vivo. Todo está claro y el mundo se transforma en maravilloso. Yo puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todos los otros momentos. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable. La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como a mi amigo el reloj, también a mí se me escapa el tiempo de los otros.

...Pasado estos momentos, los otros relojes que anidan en otros hombres, continúan su giro y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar que acostumbro a llamar vida. Pero yo sé que la vida es otra cosa. Yo sé que la vida, la vida de verdad es la suma de aquellos momentos que aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía con el universo. Casi todo el mundo, pobre, cree que vive. Sólo hay momentos de plenitud y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir siempre, quedarán condenados al mundo del gris y repetitivo andar de la cotidianeidad. Por esto te amo, viejo reloj, porque somos la misma cosa tú y yo.

-Giovanni Papini-

lunes, 15 de septiembre de 2008

APARIENCIAS

Mayte

Moses Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo. Además de una estatura algo baja, tenia una grotesca joroba.
Un día visito a un mercader de Hamburgo que tenia una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoro perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llego el momento de despedirse, Moses hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la ultima oportunidad de hablar con ella. Era tan hermosa, pero a Moses le entristecía profundamente su negativa a mirarlo.
Después de varios intentos de conversar con ella, le pregunto tímidamente:
- Crees que los matrimonios se crean en el cielo?,
- Si - respondí ella, todavía mirando al suelo - Y tú ?...
- Si, lo creo - contestó -. Verás:
En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa.
Entonces el Señor añadió: "Pero tu esposa será jorobada". Justo en ese momento exclamé: "Oh, Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa". Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un hondo recuerdo la conmovió. Alargo su mano y se la dio a Moses, tiempo después, ella se convirtió en su esposa.....

viernes, 12 de septiembre de 2008

EL BUSCADOR

Alberto Pancorbo

Ésta es la historia de un hombre al que definiría como un buscador...
Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para el que su vida es una búsqueda.
Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de éstas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:

Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de la lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:

Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.
Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas.
Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.
Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

-No, por ningún familiar- dijo el buscador-. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?
El anciano sonrió y dijo:
-Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...:
"Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta ya nota en ella:

A la izquierda, qué fue lo disfrutado.
A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.

Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media...?
Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?
¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?
¿Y la boda de los amigos?
¿Y el viaje más deseado?
¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?
¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos...Cada momento.

Cuando alguien se muere,
es nuestra costumbre
abrir su libreta
y sumar el tiempo de lo disfrutado
para escribirlo sobre su tumba.
Porque ese es para nosotros
el único y verdadero TIEMPO VIVIDO".

Cuentos Para Pensar -Jorge Bucay-

jueves, 11 de septiembre de 2008

HE APRENDIDO

Diego Hernández Estopiñán
He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando debe ser hecho, sin importar las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere práctica.
He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como demostrártelo.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de valor de algo, y mucho peor de alguien.
He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien.
He aprendido que a veces la gente que esperabas que te pisara cuando estabas caído es la que te ayuda a levantarte.
He aprendido que una amistad verdadera continua creciendo aún en medio de una gran distancia. Igual sucede con el amor verdadero.
He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con los cumpleaños que has celebrado.
He aprendido que no debemos cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian.
He aprendido que tu familia no siempre estará ahí para ti. Parecerá extraño, pero gente que no está vinculada a ti puede cuidarte y amarte y enseñarte a confiar en las personas otra vez. Las familias no son biológicas.
He aprendido que sin importar lo bueno que sea un amigo, puede herirte de vez en cuando y debes perdonarlo por eso.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido que no importa que tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu dolor.
He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos pero somos responsables de quien seremos.
He aprendido que sólo porque dos personas discutan no significa que no se amen y tan sólo porque no discutan no significa que lo hagan.

domingo, 7 de septiembre de 2008

MUERE LENTAMENTE...

Loly Criado Plaza

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndidafelicidad.

-Pablo Neruda-

A VECES LA APARIENCIA NO LO ES TODO...

Alberto Pancorbo

John Blanchard se levanto de la banca, aliso su uniforme de marino y analizó a la muchedumbre que hormigueaba en la Gran Estación Central de Nueva York. Buscaba a la chica cuyo corazón conocía, pero cuya cara no haba visto jamas, la chica con una rosa en su solapa.
Su interés en ella haba empezado trece meses antes en una biblioteca de Florida. Al tomar un libro de un estante, se sintió intrigado, no por las palabras del libro, sino por las notas escritas a lápiz en el margen. La suave letra reflejaba un alma pensativa y una mente lucida. En la primera pagina del libro, descubri el nombre de la antigua propietaria del libro, la seorita Hollis Maynell.
Invirtiendo tiempo y esfuerzo, consigui su direccin. Ella viva en la ciudad de Nueva York. Le escribió una carta presentndose e invitándola a cartearse.
Al día siguiente, sin embargo, fue embarcado a ultramar para servir en la Segunda Guerra Mundial. Durante el año y el mes que siguieron, ambos llegaron a conocerse a través de su correspondencia. Cada carta era una semilla que caía en un corazón fértil; un romance comenzaba a nacer.
Blanchard le pidió una fotografía, pero ella se rehuso. Ella pensaba que si él realmente estaba interesado en ella, su apariencia no debía importar.
Cuando finalmente llego el día en que el debía regresar de Europa, ambos fijaron su primera cita a las siete de la noche, en la Gran Estación Central de Nueva York. Ella escribió: "Me reconocerás por la rosa roja que llevaré puesta en la solapa." Así que a las siete en punto, él estaba en la estación, buscando a la chica cuyo corazón amaba, pero cuya cara desconocía.
Dejare que el señor Blanchard relate lo que sucedió después:
"Una joven venía hacia mi, y su figura era larga y delgada. Su cabello rubio caía hacia tras en rizos sobre sus delicadas orejas; sus ojos eran tan azules como flores. Sus labios y su barbilla tenían una firmeza amable y, enfundada en su traje verde claro, era como la primavera encarnada. Comencé a caminar hacia ella, olvidando por completo que debía buscar una rosa roja en su solapa. Al acercarme, una pequeña y provocativa sonrisa curvo sus labios. 'Vas en esa dirección, marinero?' murmuro".
Casi incontrolablemente, di un paso para seguirla y en ese momento vi a Hollis Maynell. "Estaba parada casi detrás de la chica. Era una mujer de más de cuarenta años, con cabello entrecano que asomaba bajo un sombrero gastpies, anchos como sus tobillos, lucían unos zapatos de tacón bajo." "La chica del traje verde se alejaba rápidamente. Me senté como partido en dos, tan vivo era mi deseo de seguirla y, sin embargo, tan profundo era mi anhelo por conocer a la mujer cuyo espíritu me había acompañado tan sinceramente y que se confundía con el mío. Y ah estaba ella. Su faz pálida y regordeta era dulce e inteligente, y sus ojos grises tenían un destello cálido y amable. No dudé más. Mis dedos afianzaron la gastada cubierta de piel azul del pequeño volumen que haría que ella me identificara.
"Esto no sera amor, pero sera algo precioso, algo quizá aun mejor que el amor: una amistad por la cual yo estaba y debía estar siempre agradecido. Me cuadré, saludé y le extendí el libro a la mujer, a pesar de que sentía que, al hablar, me ahogaba la amargura de mi desencanto."
"Soy el teniente John Blanchard, y usted debe ser la señorita Maynell. Estoy muy contento de que pudiera usted acudir a nuestra cita. Puedo invitarla a cenar? La cara de la mujer se ensanchó con una sonrisa tolerante. 'No se de que se trata todo esto, muchacho,' respondió, 'pero la seorita del traje verde que acaba de pasar me suplicó que pusiera esta rosa en la solapa de mi abrigo. Y me pidió que si usted me invitaba a cenar, por favor le dijera que ella lo esta esperando en el restaurante que está cruzando la calle'
No es difícil entender y admirar la sabidura de la señorita Maynell.
La verdadera naturaleza del corazón se descubre en su respuesta a lo que no es atractivo.
"Dime a quién amas," escribió Houssaye, "y te diré quin eres."

CÓMO CRECER?

Jim Warren

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

-Jorge Bucay-

viernes, 5 de septiembre de 2008

LA CASA DE LOS MIL PERRITOS

Imán Maleki

Se dice que hace tiempo en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito, buscando refugio del sol, logro meterse por un agujero en dicha casa. Una vez dentro, llego a una habitación en la cual había mil perritos mas.
El perrito del cuento comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los otros mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente nuestro perro sonrío y le ladro alegremente a uno de ellos. Y se quedo sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con el.
Cuando salió de la habitación, el perito del cuento se quedo pensando:
"!Que lugar tan agradable! !Voy a venir mas seguido a visitarlo!"
Tiempo después, otro perro callejero entro al mismo sitio, pero a diferencia del anterior, este perrito, al ver a los otros mil perritos se sintió amenazado ya que lo estaban mirando de manera agresiva.
Empezó a gruñir; y de inmediato vio como los mil perritos le gruñían y ladraban a el también. Cuando este perro salió de la habitación penso: "!Que lugar tan horrible es este! !Nunca mas volver a entrar allí!"
Ninguno de los dos perros sabia leer, pero en el frente de la casa había un letrero que decía: "La casa de los mil espejos".
Todos los rostros del mundo son espejos. Decide cual rostro llevaras por dentro y ese será el rostro que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás, y ellos te devuelven de la misma manera.
No olvides pues, que eres responsable de la cara que pones.

EL ALPINISTA

Loly Criado Plaza

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Himalaya, el pico nevado mas alto del mundo, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y tras muchas horas de ascenso se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar hasta la cima, pero en eso le oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a sólo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida... él pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un fuerte tirón que casi lo partió en dos... Si, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar: "Ayúdame Dios mío".

De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: "¿Qué quieres que haga?"...

"Sálvame, Dios mío" replicó el alpinista. "

¿Realmente crees que te puedo salvar?"...

"Por supuesto Señor", contestó.

Después de una ligera pausa la voz respondió: ";Entonces corta la cuerda que te sostiene"...

Hubo un momento de silencio y quietud... y el alpinista se aferró más a la cuerda y reflexionó... Siempre supe que lo de Dios no era cierto, yo tengo años escalando montañas y lo que he aprendido en todo este tiempo es que nunca uno debe desprenderse de la cuerda que nos esta salvando la vida, esta cuerda es lo único real que tengo y no voy a dejarla por nada.

Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A solo un metro del suelo...

Y tú ¿Qué tan aferrado estás de tu cuerda?

CUÁNTOS AÑOS TENEMOS

Rob Gonsalves
En cierta ocasión alguien preguntó a Galileo Galilei: Cuantos años tiene su señora? "Ocho o diez" - repuso Galileo en evidente contradicción con su barba blanca. Y luego explicó: "Tengo, en efecto, los años que me quedan de vida; los vividos no los tengo, como no se tienen las monedas que se han gastado."Crecemos en sabiduría si valoramos el tiempo como Galileo. Decimos con asombro:Cómo pasa el tiempo! Pero en realidad somos nosotros los que pasamos. El astrónomo italiano sabía que estamos de paso. Somos peregrinos y es bueno pensar en la meta que nos espera. La certeza de que nuestro caminar y terreno tiene un final, es el mejor recurso para valorar más cada minuto. Así podemos aprovechar lo único que tenemos:

EL PRESENTE.

Conviene disfrutar cada día como si fuera el último. El ayer ya se fue y el mañana no ha llegado;
Aprovecha el Hoy!

Eres realista, cuando aquí y ahora eliges lo mejor para ti y los demás, y cuando tu felicidad consiste en hacer felices a otros.
Mayte
Lo que va... vuelve
Trabaja como si no necesitases el dinero
Ama como si nunca te hubiesen herido
Baila como si nadie te estuviese viendo
Canta como si nadie te estuviese escuchando

APRENDÍ Y DECIDÍ

Poblada Soledad - Alberto Pancorbo-

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.
Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas.
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar.
Ahora simplemente duermo para soñar.

-Walt Disney-

jueves, 4 de septiembre de 2008

LAS COSAS NO SON SIEMPRE LO QUE PARECEN

Loly Criado Plaza

Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los Ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Ángel más joven preguntó ¿por qué?, el Ángel más viejo le respondió, "Las Cosas no siempre son lo que parecen."
La siguiente noche, el par de Ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Ángeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso. Cuando amaneció, al siguiente día, los Ángeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El Ángel más joven estaba furioso y preguntó al Ángel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que ésto hubiera pasado? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; el Ángel más joven le acusaba. La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.
"Las Cosas no siempre son lo que parecen," le replicó el Ángel más viejo. "Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría."
"Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le dí a la vaca en su lugar. "Las Cosas no siempre son lo que parecen."
Algunas veces, éso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja. Y podrías no saber ésto hasta un poco más tarde.

ILUSIÓN

Astral Projections -Rob Gonsalves-
Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¿cómo no?)

de una princesa hermosa y rubia...

Un día, la princesa -vaya usted a saber por qué-
dio un beso al feo y gordo campesino...
y, mágicamente, éste se transformó

en un esbelto y apuesto príncipe.

(Por lo menos, así lo veía ella...)
(Por lo menos, así se sentía él...)

Cuentos Para Pensar -Jorge Bucay-

martes, 2 de septiembre de 2008

OBSTÁCULOS EN NUESTRO CAMINO

Imán Maleki

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino, después se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
Algunos de los comerciantes mas adinerados del rey y cortesanos vinieron, y simplemente le dieron una vuelta, muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para quitar la piedra del camino.
Entonces vino un campesino que llevaba una carga de verduras, al aproximarse a la roca puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho lo logro.
Mientras recogía su carga de vegetales noto una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que otros nunca entendieron. Cada obstáculo representa una oportunidad para mejorar nuestra condición actual !

LAS ALAS SON PARA VOLAR

Esperando - Loly Criado Plaza-

.. Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, me parece que sería penoso que te limitaras a caminar, teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
- Pero yo no sé volar –contestó el hijo.
- Es verdad... –dijo el padre y caminando lo llevó hasta el borde del abismo en la montaña.
- Ves, hijo, este es el vacío. Cuando quieras volar vas a pararte aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y extendiendo las alas, volarás.

El hijo dudó:
- ¿Y si me caigo?
- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente le dijeron:
- ¿Estás loco? ¿Para qué? Tu viejo está medio zafado... ¿Qué vas a buscar volando? ¿Por qué no te dejas de pavadas? ¿Quién necesita volar?

Los más amigos le aconsejaron:
- ¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y, con coraje, saltó... Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero igual se precipitó a tierra... Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre:
- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé y ¡mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas sólo son de adorno.
-Hijo mío –dijo el padre- para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse en un paracaídas. Necesitas cierta altura antes de saltar. Para volar hay que empezar corriendo riesgos. Si no quieres, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.

Recuentos Para Demian -Jorge Bucay-

LA CORONA DEL GUSANO

Loly Criado Plaza

Dos gusanos vivían en un árbol frondoso. En un momento dado, uno de ellos, movido de un fuerte impulso interior, comenzó a encerrarse en un capullo de seda. Hasta ese momento los dos habían sido amigos.
¿Qué estás haciendo?, gritó espantado su compañero, ¿Te has vuelto loco?
El impulso era tan fuerte que el gusano no respondió. Era un gusano que se emocionaba con facilidad cuando hacía algo nuevo.
¿Ya has pensado lo que eso significa?, siguió su compañero, que era mucho más reflexivo y prudente, ¡vas a aislarte del árbol! ¿Y las jugosas hojas que estás dejando? ¿Y los nuevos brotes del tallo central? ¡No podrás comer ni moverte por el árbol si te encierras ahí!
Dado que su compañero no respondía, el orador decidió buscar apoyo moral en los demás gusanos y trajo unos cuantos junto al capullo de seda, que ya estaba por terminarse.
¡No cierres aún, espera!
Y escuchó al coro de gusanos que decía: "Mira lo que dejas, mira lo que dejas..." pero se encerró tras la seda, pues el impulso era muy fuerte y no podía explicarlo.
Los gusanos se quedaron mirando la cápsula de seda y pasaron toda la tarde comentando el suceso. "Se volvió loco", decían. ¿Qué aburrida debe ser la vida ahí dentro? ¡Mira lo que se está perdiendo! ¿A quién le cabe en la cabeza despreciar un árbol tan frondoso? ¿Tú te encerrarías ahí? ¡Con lo simpático y joven que era!
Después de un tiempo encontraron el capullo roto y vacío. No supieron qué pensar, así que decidieron mantener sus opiniones y seguir mascando hojas y ramitas sin volver a tocar el tema del capullo de seda.
Mientras tanto una mariposa hermosísima se alejaba del árbol volando hacia el atardecer.

- P. Miguel Segura-

EL ANILLO DEL REY

Alberto Pancorbo

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre.Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó.
Y éste le dijo: No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo mantenlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
- Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas.Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.- ¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.- Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes.Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Grábatelo bien en tu cabeza y en tu corazón.

A SACUDIRSE

Imán Maleki

Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras la campesina trataba de averiguar qué hacer. Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos cogieron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente.

Luego para a sorpresa de todos, se aquietó. Después de unas cuantas paladas de tierra, la campesina finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio: con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble...

Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba. ... mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba. Bien pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde del pozo y salió trotando...

Moraleja La vida va a tirarte tierra, todos tipos de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudirse y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Nosotros podemos salir de los mas profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo a torcer si realmente queremos salir. Sacudirse y dar un paso hacia arriba...Ese es el secreto.

Sin olvidar nunca que para ser feliz tienes que:

Liberar el corazón del odio.
Liberar la mente de preocupaciones
Vivir sencillamente
Dar mas
Esperar menos
Tener esperanza
Y sacudirse...
En esta vida hay que ser solución, no problema.

-anónimo-