domingo, 12 de febrero de 2012

REVELADORAS CRISIS

Alberto Pancorbo

En diversos idiomas orientales, el ideograma que se utiliza para expresar el concepto "crisis" es exactamente el mismo que el que se emplea para expresar el concepto "oportunidad". Lo que en un momento de la vida se presenta como un revés, es quizás una puerta abierta a un cambio necesario, una oportunidad deseada o incluso, directamente, una bendición. Lo contrario también puede suceder: un aparente golpe de suerte se convierte en el tiempo en una pesadilla de compleja gestión y superación.
¿Buena suerte?, ¿mala suerte?, ¿quién sabe?. Reza el cuento de la tradición. Las lecturas a corto plazo y la crispación son malas consejeras, mientras que la perspectiva y la templanza nos pueden ayudar a poner las cosas en su sitio y a propiciar renacimientos en nuestra propia vida que, gracias al abono y la humildad que nos ha dejado la crisis, nos lleven a crecer a alturas que nunca hubiéramos imaginado.
Eso sí, el desarrollo espiritual que nace de lo que podríamos llamar el "efecto bofetadas", no se produce como resultado de la ingenuidad, de la pereza ni de la estupidez. Es necesario que tras la crisis, reflexionemos, meditemos, hagamos introspección, nos cuestionemos y miremos de encontrar qué mensaje nos brinda la vida en esa situación y que, para incorporar el don que pueda haber surgido, nos pongamos a trabajar con lo aprendido.
Un viejo maestro que conocí, cuestionaba siempre a sus alumnos cuando éstos se quejaban de que una situación difícil se había presentado en su vida: ¿Si de esta situación pudieras aprender algo útil, positivo, que te hiciera crecer como persona, qué sería? Esa es la pregunta. Y cada cual puede encontrar múltiples respuestas a cada reto que nos pone la vida. Ya que del mismo modo que no hay día sin noche, vida sin muerte, luz sin oscuridad, no hay tampoco crisis sin posible aprendizaje, dolor sin lección, revés sin anverso.
¿Qué podemos aprender de nuestra crisis, ahora? ¿Con qué nos quedamos?

Las palabras que curan - Álex Rovira.

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